COSTUMBRES Y
COMPORTAMIENTOS
Para mejor
comprensión de estos relatos, valgan un par de comentarios previos:
Si bien seguirán
apareciendo principalmente episodios de vivencias en IAAFA, ello corresponde a
mi intención de avanzar cronológicamente en mis recuerdos, de modo de evitar
que alguno quede rezagado u olvidado, Ya tocará seguir avanzando en testimonios
y recuerdos a través de la carrera.
Respecto al
presente relato, es del caso recordar que a los chilenos siempre se les ha
considerado “los ingleses de América”, y esto no sólo por nuestra costumbre
culinaria de las “onces”, equivalente al “five o’clock tea”, sinó por ser
parecidos a ellos en varios aspectos. A saber: actitudes de finura, poses de
elegancia, hablar en público en voz baja, casi cuchicheando, evitar las risas
estridentes, bastante autocontrol ante situaciones sorpresivas, etc., etc. Por
todo ello, quizás no debiéramos ser considerados flemáticos, si no más bien
“cartuchones”, apocados e inhibidos. Pero todo ello no es sino una careta, un”doble
estándar”. Basta que se nos presente la oportunidad y entonses aparecen todas
las “virtudes” y capacidades de nuestra “Indio-sincracia”.
Derivado de ello,
tal vez, siempre estábamos dando la nota alta en toda actividad y éramos motivo
de atención y curiosidad permanente de parte de los integrantes de los demás
países.
Por ejemplo: durante una lluvia tropical
torrencial, mientras todos los demás estaban resguardados en sus respectivos
pabellones, los chilenos nos pusimos trajes de baño y algunos con ropa,
colocándonos bajo las cascadas de agua que bajaban por los aleros y canaletas
de agua de los techos. Era increíble el volumen de agua que caía y nosotros de
lo más felices a pesar de estar también impactado por el estruendo de los
truenos, rayos y relámpagos que parecía golpearnos en cabezas y espaldas.
Mientras los demás decían incluso tener frio, nosotros saltábamos, corríamos
jugábamos y hacíamos alarde frente a ellos que sorprendidos y hasta preocupados
nos observaban a través de las ventanas.
Nosotros también
sentíamos curiosidad frente a algunas costumbres de ellos, como ser el hecho de
que en las duchas colectivas colocaran púdicas cortinas separadoras en las
duchas colectivas o en los sanitarios. Es del caso recordar que en los baños y
servicios higiénicos colectivos de los cuarteles militares “gringos”, tampoco
los retretes tenían puertas. Entonces, mientras ellos procuraban tener un poco
de intimidad personal y que nadie les viera “las verijas”, para lo cual incluso
instalaban cortinas separadoras entre challas de ducha Muy por el contrario, en
los baños correspondientes a los chilenos, pronto se vió rodeado de una
merecida fama de casi promiscuidad, y eran frecuentes las visitas de curiosos
que iban a constatar por sus propios ojos la veracidad de ya famoso y conocido
“Campo Nudista de los chilenos”
Efectivamente, allí
podías ver como un macho recio y bien “aperado” se afeitaba completamente
desnudo frente al espejo de cada lavamanos, mientras algún compadre, también
desnudo y medio sentado en el lavamanos contiguo le conversaba alegre y
animadamente. O, ese otro, quien sentado en el retrete, daba satisfacción a sus
necesidades biológicas sin ponerse ni siquiera colorado, mientras otro de los
“machos recios” sentado desnudo en el suelo frente a él y a corta distancia,
lustraba sus zapatos mientras mantenían alegre charla. O aquellos, que
aprovechaban que alguno estuviese distraído afeitándose, cepillándose los
dientes o enjuagándoselos, lavándose la cara, etc. (siempre totalmente
desnudos), para pararse detrás y hacerle una “pasada a lo pintor” o, de frentón
“rayándole la pintura”... y para qué mencionar los casos en que a alguno se le
caía el jabón en las duchas...
Una de las
situaciones relevantes, constituyeron los “Malones” (malocas, batallas, guerrillas).
Nuestro piso en el pabellón de dormitorios, era exclusivo para los chilenos,
divididos al 50%, con un muro divisorio y pasillos de comunicación de ambas
cuadras en sus extremos. De pronto, no sé como se originó, comenzaron juegos de
ataque sorpresivo entre ambos grupos, a veces semi desnudos, cuyas
consecuencias provocaban desarmes de camas, volcamientos de literas,
“peladillas” a los “prisioneros”, secuestro de bienes personales, etc.. El
chivateo era ensordecedor; se aplicaban diferentes estrategias, con
innovaciones frecuentes para sorprender al otro bando, ataques, contra-ataques,
simulaciones, información de inteligencia, contra-espionaje, amagos que en
ocasiones derivaban en ataques completos, toma de prisioneros, rescate forzado
y esforzado de alguno, intercambio de prisioneros, además de las “peladillas”,
pintarrajeados a modo de escarnio, Etc., Etc.
Los demás países
no sabían a que atenerse, si intervenir, denunciar, solo observar, hacerse los
locos, en fin, los teníamos desconcertados, sorprendidos y admirados. Lo menos
que decían: “estos chilenos están
Todos locos”
¿Y tu,.. que
crees?..
LAGI
3 comentarios:
¡¡Bien Jaime!!!
Eres un relator y comentarista de muy buena factura.-
Muchas Gracias.-
Jaime,quien te ha elogiado por tus entretenidos relatos y vivencias...soy yo..PedroAntonioBarriaSusñara.-Felicitaciones Jaime,me enorgullece que hayas sido parte de nuestra Escuadrilla.-
MuchasGracias.-
Peter.....todavía no te enchufai.......
Publicar un comentario